Una dolorosa fotografía denunció como en otras oportunidades la falta de raíces en que vive Chile. Ahora le tocó al edificio Municipio de Las Condes. Nuevamente la desdicha desaparecer como último testimonio de un modo de vivir que enorgulleció al país. Esta vez no se trata del progreso, sino de la incultura. Había formas de salvar las funciones municipales y para demostrarlo obsequié a la alcaldía en 2004 una propuesta factible, que acompaño y que el alcalde no consideró. No aprenderemos ni apreciamos el pasado que algunos estiman como algo que sería mejor olvidar. Sin suficiente sentido de la historia hemos construido una ciudad ready- made, sin raíces en su historia, una torre tras otra en olvido del sentido y valor del patrimonio, en desprecio del futuro al que la historia urbana con sus monumentos confiere valor y sentido. Ramón Delpiano Arquitecto